Al planificar una sesión fotográfica familiar, el lugar donde hacer estas fotos puede marcar la diferencia entre que consigamos una sesión y unas fotos inolvidables, y además que la disfrutéis como una actividad familiar memorable, o que se convierta en cambio en un suplicio para todos, y que no os apetezca repetir la experiencia en un futuro.

Porque si lo que te interesa es hacer un reportaje de fotos con el que documentar tu vida en familia, no hay un lugar mejor para hacerlo. Porque no hay sitio donde estaréis más cómodos y os sintáis, efectivamente, como en casa. Y porque cuando tus hijos crezcan, te agradecerán que te preocuparas de atesorar esas memorias familiares que van a ser tan importante para ellos.

Como fotógrafo que hace reportajes a familias, ahora mismo me encantaría estar en muchos sitios. Me gustaría visitar las casas de mis amigos y familiares y documentar cómo estamos viviendo este periodo tan asombroso. Como experimento, sin duda no ha habido y no habrá (¡esperemos!) algo parecido. Nuestras familias como único contacto con otras personas. Tenemos todo el tiempo del mundo para estar con los nuestros, algo que muchos hemos deseado tantas veces… cómo lo estamos viviendo, y qué saldrá de todo esto es algo fascinante. Por eso las fotos que hagamos ahora serán fotos que más que nunca, servirán para recordar el tiempo que vivimos.

Voy a aprovechar que estamos todos en casa para, darte unos pequeños consejos de cómo hacer fotos de familia en tu domicilio y sacarles el mejor partido. Porque en tu hogar tienes muchísimas posibilidades para sacar unas fotos familiares o unos retratos infantiles espectaculares. Solo tienes que saber dónde está la mejor iluminación de la casa (nadie mejor que tú para saberlo), y darle vueltas a tu imaginación para crear algo especial. Aprende a identificar la mejor fuente de luz, y cómo cambia a lo largo del día y úsala como mamarazzi experta que eres.

Cuando me llamaron de la película Abuelos, para colaborar a través de la página de Facebook de Enfemenino en la promoción de una película con un profundo sentido familiar no pude más que aceptar de buena gana. Porque creo que se lo merecen, y porque nada me hace más feliz que hacerles un sentido y merecido homenaje de la mejor manera que sé, regalando unas fotos y por qué no, dando un poco de publicidad a una película que espero ir a ver dentro de poco. 

regalar una sesión de fotos es un regalo especial. Y es que tienen muchísimo valor. ¿Acaso puedes ponerle precio a tus memorias? Para mí el valor de una imagen que atesora tus mejores recuerdos no tiene precio, y cuanto más nos alejemos en el tiempo de ese recuerdo, mayor será su valor. Por ello, al regalar una sesión de fotos de familia, un reportaje de pareja, un book de embarazo…, lo que se te ocurra, estás haciendo un regalo de por vida, que nunca caduca, y que encima, cuando más pase el tiempo, mayor valor tendrán.  Qué más le puedes pedir a un regalo. 

¿Cuánto cuesta una sesión de fotos? ¿Con qué cantidad pensáis que estaríais cómodos pagando a un fotógrafo para haceros una sesión de fotos de familia?. Los que habéis pedido presupuesto alguna vez a un fotógrafo para haceros un reportaje con la familia o hacer unas fotos infantiles a vuestros pequeños, ¿os parece mucho lo que os han pedido? Y  si nos preguntamos por qué un fotógrafo cobra lo que cobra, ¿habéis pensado alguna vez en qué basa para tener esos precios? 

Cuando hago una sesión de fotos familiar, la pregunta más recurrente que suelo recibir es sobre el vestuario a llevar. Como es normal, la ropa dice mucho de nosotros, lo que llevamos puesto nos define, y en fotografía, evidentemente, una ropa que te favorezca te favorecerá en la foto. Obvio, ¿verdad? Pero siempre con algunas limitaciones. 

Permitidme que os diga qué creo que debéis hacer con el flash de vuestros móviles y cámaras: rompedlos, arrancadlos, eliminadlos de vuestras cámaras… bueno, quizás para aquellos que tengan una mentalidad menos destructora vale simplemente con activar la opción de que no se dispare en vuestras cámaras… La razón es sencilla, haced un retrato infantil con el móvil y con el flash activado…, o equivalentemente, castigadlos sin motivos a no tener postres… ambas acciones van a sentarle igual de mal. La calidad de las fotos que vais a obtener solo la habréis visto antes en fotos de documentos de identidad o carnets de conducir hechas en un foto matón. Las razones por las que los fabricantes de cámaras deciden incluir un elemento que estropee tanto las fotos ellos las tendrán y ellos las sabrán, pero cada vez que salta el flash de mi móvil instintivamente pienso que se ha roto algo en la cámara, o que me he equivocado y estoy disparando con la cámara de un foto matón.

Existen muchas técnicas para mejorar tu fotografía infantil y de familia. No voy a entrar en contaros las estrategias más avanzadas de los fotógrafos profesionales, porque, entre otras cosas, no estamos haciendo este curso de Mamarazzi y fotografía familiar para convertiros en tales… (hey, que si queréis, ¡no seré yo el que os detenga!), pero además porque cada cual tiene su manera de aproximarse a este tipo de fotografía, y muchos usamos combinaciones de cámaras y lentes bastante costosas, y ese dinero te permitiría llevarte a toda la familia de viaje una semana entera… ¡y contratar un fotógrafo allí para que te haga las fotos! 

¿Crees que puedes conseguir que tu fotografía familiar hable por si misma, que exprese de forma rotunda aquello que querías expresar cuando decidiste hacer esa fotografía? Si en el anterior post de este curso introducción sobre cómo ser mamarazzi y conseguir las mejores fotografías de familia hablamos sobre la luz, la materia prima con la que crear una imagen, en este nuevo capítulo os voy hablar del segundo de los pilares en fotografía… la composición. Si la luz es el elemento que define el lenguaje de la fotografía, podemos decir sin lugar a dudas que la composición es la gramática de ese lenguaje. De la misma manera que dependiendo de cómo estructuremos las palabras dentro de una frase podemos cambiarle completamente el sentido, cuando compongamos una foto, cómo organicemos los elementos nos servirá para conseguir decir una u otra cosa completamente distinta. 

Lo mejor para cuando quieras hace tu fotografía familiar, lo que tienes que controlar principalmente para saber cómo conseguir las mejores imágenes es algo tan sencillo como la luz. La Luz (así, en mayúsculas) es el lenguaje de cualquier foto, de cualquier cosa que vemos. Y la Luz es con lo que se dibujan las fotografías. Ni más, ni menos.  Imagina que estás aprendiendo un lenguaje, en este caso el de la fotografía cuyo vocabulario es la luz (y la gramática es la composición, pero eso ya hablaré más adelante en otro post). Cuanto más aprendas de ese vocabulario, mejor utilizarás ese lenguaje. La buena noticia, es que es mucho más fácil de aprender que cualquier idioma.  

Tener unos conocimientos básicos de fotografía no solo te servirán para sacarle más partido a tu cámara. Más importante que ello, te permitirá identificar los momentos donde puedes sacarlas y empezar a hacer click. Tu cabeza estará preparada y entrenada (si practicas) para saber cuándo es el momento oportuno.

Para mí trabajar con una familia es especial, porque me encanta poder captar toda esa sensibilidad y ternura que padres y madres muestran en las fotos, y esa expresividad totalmente genuina de los pequeños. Además porque saber que con esas fotos, que serán recuerdos para toda la vida, entras a formar de alguna manera de las memorias de esa familia.  Y en este caso con la familia que forman Laura, Alfonso, Juan y Francisco lo de especial es infinitamente mayor, porque los conozco desde siempre, porque me dieron tribuna y voz el día que se casaron, y por las otras mil razones e historias que nos entroncan hacia las mismas raíces.

Para aquellos que están realmente interesados en este tipo de fotografía y quieran ver mis propias fuentes de inspiración con las que trabajo, os voy a dejar unos enlaces a algunas de las familias que revientan Instagram con fotos de sus pequeños. Os invito a que las sigáis, que observéis su trabajo con calma, y os empapéis de su acercamiento a la fotografía, y por favor, no os deprimáis pensando que jamás llegaréis a hacer fotos tan buenas… recuerda, lo importante para quien hace las fotos es que están fotografiando a sus seres queridos.

Existe una nueva comunidad muy activa en Instagram de padres (y sobretodo madres) que técnicamente son unos fotógrafos y fotógrafas de un nivel excelente y además poseen una creatividad espectacular. Utilizan esa oportunidad de estar expuestos a sus hijos constantemente, y su creatividad, para generar unas fotografías únicas, envidiables para cualquier fotógrafo infantil.  A estos padres y madres fotógrafos se les conoce como “mamarazzis

Mi trabajo durante la sesión fotografía de familia es que todo transcurra de la manera más natural,  que os relajéis, y que sintáis la cámara como un simple testigo de vuestra manera de comportaros en familia, no un elemento intrusivo que domine toda la sesión de fotos. Y por consiguiente vuestro trabajo simplemente será relajaros y disfrutar. Así de fácil. Pero claro, ¿cómo conseguimos que la orquesta suene tan bien durante la sesión?

Éste es mi compromiso: Cuando fotografío una familia, o en una pareja que se ama, tengo que capturar su vitalidad. Si no lo consigo, no estoy haciendo bien mi trabajo, porque serán fotos sin vida.

Y sí, si os lo preguntáis, ésta es la importancia que le doy yo a la fotografía familiar. Y con esta historia que os he contado aquí arriba lo que quiero dejaros ver es de dónde parte lo que me inspira cuando hago fotografías de familia a otras personas. La importancia con las que trato vuestras fotografías es la misma que le doy a las fotografías que hago de mi propia familia. Así de simple, así de fundamental.

Y hacerle fotos a ella fue un ejercicio que refleja lo que realmente quiero captar en una fotografía infantil. Me gusta dejar que los niños sean lo que realmente son, evitar encorsetarlos en una sesión de fotos de dos horas que se convierta en un tedio para ellos. Prefiero hacer de las sesiones de fotos unas experiencias fantásticas, en vez de un mero trámite de ventanilla de administración (...¡siguiente!). Además, en un futuro, cuando veas las fotos, quiero  que te quedes con aquellas que sean honestas, en las que ves a tus hijos de verdad, que unos posados de estudio exentos de toda naturalidad.