¿Cuánto cuesta una sesión de fotos?

¿Cuánto cuesta una sesión de fotos? ¿Con qué cantidad pensáis que estaríais cómodos pagando a un fotógrafo para haceros una sesión de fotos de familia?. Los que habéis pedido presupuesto alguna vez a un fotógrafo para haceros un reportaje con la familia o hacer unas fotos infantiles a vuestros pequeños, ¿os parece mucho lo que os han pedido? Y si nos preguntamos por qué un fotógrafo cobra lo que cobra, ¿habéis pensado alguna vez en qué basa para tener esos precios? 


Dentro de la variedad de respuestas que podemos encontrarnos en fotografía familiar, obvio que lo que para algunos es barato para otros les puede parecer carísimo. Pero quizás antes de preguntarte todas las cuestiones que he formulado antes, puede que la primera y fundamental sería cuestionarte el valor que tiene para ti una fotografía. Dejemos aparte las burradas que se han llegado a pagar por algunas fotos en subastas (como curiosidad aquí os dejo la relación de las fotos más caras jamás vendidas… y os advierto que os va a sorprender, auténticas barbaridades). Pero si se han llegado a pagar estas cantidades es porque al fin al cabo, el valor de cualquier cosa que puedas comprar incluyendo fotografías, (ya sea las que puedas ver en una galería de arte, en un museo, o enmarcada en una pared de tu casa) está en los ojos del que ve esa foto, y la conexión que estableces con ella. En el caso de la fotografía familiar pienso que lo que determina el valor de esas imágenes es la relación emocional que guardamos con esas imágenes. Para mí la fotografía de familia es la manera más versátil que tenemos para atesorar nuestras propias vivencias. Poder retener lo que sois ahora, este momento precioso de tus hijos, que querrías que nunca se borrara de tu mente, mantenerlo tal y como es, ahora, esta tarde tan especial y que se desvanecerá físicamente tan pronto como mires el reloj. Por eso cogemos la cámara, la levantamos y hacemos fotografías. Porque hasta que no se invente, la cámara de fotos es lo más parecido que tenemos a una máquina del tiempo. 

La máquina del tiempo, cuando pasen los años, para acordarte de las risas que te echabas con tu padre.

La máquina del tiempo, cuando pasen los años, para acordarte de las risas que te echabas con tu padre.


Pero antes de que se me vaya el hilo de lo que os quería plantear hoy, vuelvo a la cuestión del valor de una fotografía. Para mí no tiene un valor constante, si no que, lo mismo que el momento que está retenido en ellas, cuando más pase el tiempo, mayor será su valor. Probablemente las fotos de la graduación del cole tus hijos de este curso no tienen tanto valor sentimental como las que tomaste hace un par de años, simplemente porque cuando más nos alejamos del momento cuando se tomó la fotografía, más vamos a necesitarla para recordar esos momentos. 

Cada vez que compramos algo tenemos en cuenta que su precio depende también del tiempo de uso que le podemos dar a ese objeto o actividad. El precio de un móvil o de un coche sería escandaloso si tuviesen la caducidad de un yogurt. Pagamos por actividades, viajes, oferta cultural con respecto a los que nos vayan a aportar en cuestión experiencias, anécdotas o diversión. ¿Por qué estamos dispuestos a pagar por un viaje a Thailandia cuando quizás para visitar una playa podemos bajar a las estupendísimas que tenemos, por ejemplo, en Cádiz? Simplemente porque es una experiencia diferente y poco accesible, y entendemos que por eso, hay que pagar más. Pero, puestos a suponer ¿pagaríamos lo mismo por un viaje a Thailandia si nos dijeran que no puedes llevarte contigo una cámara o volver a casa con una simple foto? Imagina, vaya frustración, hacer un viaje con tu familia y no poder tomar una sola fotografía. Solo de pensarlo me chirrían las neuronas. Te dejo aquí abierta esta reflexión, sobre lo frustrante que sería la prohibición de hacer fotos de tus vacaciones (aparte de la ruina que sería para Instagram).   

Así que ahora, tras todas estas reflexiones, piensa en lo que realmente vale una sesión de fotos en términos del tiempo que vas a disfrutar de lo que te llevas. El valor de fotografías que te podrán acompañar toda la vida para recordar un momento ya pasado no caducará como el yogurt de la nevera, o el próximo móvil que adquirirás, si no todo lo contrario, su valor personal y sentimental basado en la capacidad de retener las memorias de tus seres más queridos (un valor mucho más importante que el meramente económico) aumentará año tras año. Pocas cosas podrás adquirir con dinero que puedan tener esas características.  

Si después de todo esto te entra curiosidad y quieres preguntarme por mis precios de sesiones de fotos, te los pasaré encantado, y quizás te puedan parecer muy caros, quizás súper baratos, pero lo que hay detrás de ese precio no es arbitrario. Ahí están incluidos todo lo que hay invertido en cámaras, objetivos, ordenadores, discos duros, programas para editar, educación para saber hacer lo que hago, experiencia… También el tiempo de trabajo, no solo el que estoy con vosotros para hacer las fotos, si no además el tiempo de procesado, editado, preparación, etc… (y os confieso, tendría que subir mucho mis tarifas para poder permitirme el apartamento junto al mar de mis sueños). Mirad, os dejo aquí una breve escena de un clásico del cine español que os lo puede explicar perfectamente dónde reside realmente el coste de lo que estás pagando. 


Por eso, cuando pides un presupuesto para una sesión de fotos, ya sea a mí o a otro fotógrafo porque os encanta el trabajo que realiza y os sentís identificados con sus fotografías siempre sugiero que tengáis en cuenta lo siguiente: Si al comparar entre varios fotógrafos y sus tarifas estás teniendo dudas de coger al que más te gusta por algunos euros de diferencia, piensa si cuando veas esas fotos en diez o veinte años te acordarás de esos euros de más que pagaste por esas fotos que ahora son y serán tan valiosas para ti. 

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