Mamarazzi 101: ¿Cómo edito las fotos?

En una sesión de fotos de familia suelo acabar con la cámara echando humo… y con agujetas en el dedo del disparador. Mis sesiones suelen ser de entre hora y media y dos horas. Es el tiempo que tengo calculado que necesitamos en una sesión para, primero calentar, luego relajarse, conseguir ese “punto dulce” de la sesión donde realmente salen las grandes fotos y luego ir cerrando. Ya sea por cansancio, ya sea porque la sesión no da para mucho más. Estirar por estirar tampoco merece mucho la pena. Muchas veces cuando me comentan las familias que no consiguen hacer unas buenas fotos de ellos o de sus hijos es porque es muy difícil tener el tiempo y la dedicación necesaria para conseguirlo. No solo es eso, pero no todos estamos dispuestos a estar dos horas fotografiando a los peques, y ni mucho menos agotar la memoria del móvil haciendo ochocientas fotos durante esas dos horas… 

Madre mía, ¿He dicho ochocientas fotos para un reportaje de fotografía familiar? Bueno, no. Disculpadme, quería decir novecientas, o mil…. O mil doscientas. Por supuesto, sacar buenas fotografías depende de muchas cosas, pero la constancia y la repetición forman parte del proceso. Dos horas de trabajo dan para muchas fotos, muchísimas cuando hablamos de hacer un reportajes de fotos infantil. Nunca sabes por dónde puede puede salir esos pequeños, llenos de espontaneidad y vitalidad. A veces incluso, las mismas fotos que hago sé que no van a servir, pero estar detrás de la cámara mientras ellos escuchan el “click” de la cámara es una manera para que se acostumbren a mi presencia y a la de ese objeto cotilla que a veces puede ser una cámara de fotos. En definitiva, cuando haces una sesión de fotos de familia tienes que saber que cuando acabes la sesión vas a llevarte contigo un buen puñado de imágenes… y que esas imágenes vas a tener que editarlas. 

Aquí el resultado de un momento específico durante una sesión de fotos. Entre la primera y la última han pasado exactamente 26 segundos (a 3 segundos por foto)… son muy parecidas, pero nunca se sabe cuándo va a salir “La Foto”.

Aquí el resultado de un momento específico durante una sesión de fotos. Entre la primera y la última han pasado exactamente 26 segundos (a 3 segundos por foto)… son muy parecidas, pero nunca se sabe cuándo va a salir “La Foto”.

Pero, ¿qué significa editar? Normalmente cuando hablamos de edición nos referimos al post-procesado. Es decir, a los ajustes de luz, sombras, contrastes, colores y demás, pero antes de todo ello la edición del reportaje de fotos de familia no es más que la selección de las mejores fotos, porque nadie quiere tener en su mano tal cantidad de fotos… ¿o sí?

Muchas familias me piden que le pase todas y cada una de las imágenes que hago durante la sesión, que no les importa que no estén editadas. Al fin y al cabo, si está hecha, qué más da, cuantas más, mejor, ¿no? Bueno, déjame que te pregunte… ¿alguna vez te han invitado a hacer un visitando de fotos? Familiares que han ido de vacaciones y vuelven cargados de fotos que ellos mismos te tienen que ir explicando porque no te dicen mucho. La boda de tus primos, las fotos del bebé de tus amigos…  Imaginaos que yo decidiera colocar todas las fotos que hago y entrego en mi galería de imágenes de fotografía familiar (que te invito a que pinches y la veas, si aún no lo has hecho). Primero os aburriríais muy pronto y abandonaríais la página. Y segundo, por simple probabilidad, encontraríais imágenes que no os gusten y esas suelen ser las que se quedan en la mente por más tiempo (como cuando leemos reseñas de un restaurante y lo que se nos queda es la peor de ellas). 

No, no son las mismas que las fotos de antes. Aquí otras nueve distintas. Dieciocho fotos en total. Seleccionar un par de ellas te cuentan una bonita historia. Seleccionarlas todas para mí es gastar esa historia.

No, no son las mismas que las fotos de antes. Aquí otras nueve distintas. Dieciocho fotos en total. Seleccionar un par de ellas te cuentan una bonita historia. Seleccionarlas todas para mí es gastar esa historia.

En fotografía, como en muchos aspectos de la vida, menos y mejor, es muchísimo más. Imagina que quieres enseñar fotos de tus hijos a alguien que no los conoce. Podrías mostrarle la galería de tu móvil, donde las tienes entremezcladas con las fotos de la mesa que vas a tratar de vender en Wallapop… y acabas enseñando las última ochenta fotos que les has tomado este fin de semana, porque realmente en ninguna de ellas se ven tan bien como tú querrías. O podrías tener seleccionada tus cinco fotografías favoritas, de tus  bien captada, bien procesadas, y elegantemente presentadas. 

Editar significa elegir lo mejor para presentarlo. Transmitir la historia que quieres que cuenten tus fotos de manera más potente y clara. Evita por tanto el ruido de la multiplicidad. Te recomiendo que dejes que en tus fotografías de familia, o de tus hijos seas un poco Marie Kondo.  Crea un álbum en tu móvil o donde seas que las guardes con las mejores. O mejor aún, ¡imprímelas! Destaca aquellas que que realmente te gustan o sean significativas. Las que quieras mostrar a quien te pregunte por tus hijos.

No significa que borres el resto de fotos y te quedes con tres o cuatro (aunque a mí el hecho de borrar me resulta enormemente liberador…) Nunca se sabe, a veces puedes rescatar imágenes que en un principio pasaste de largo, o puedes renovar ese álbum con material nuevo. Lo mismo que nosotros vamos cambiando, nuestra historia como familia, y esas fotos de los niños que van creciendo van moldeando el legado de imágenes que queremos atesorar. Yo mismo cada cierto tiempo me paso por mi galería de fotos de familia con ojo crítico. Quizás quiera introducir alguna nueva imagen, quizás quiera eliminar anteriores que ya no me dicen tanto. Y recuerda de nuevo, menos y mejor, es muchísimo más. 

Por eso, en cada reportaje de fotos de familia que hago, el hecho de hacer las ochocientas fotos de las que os hablaba es simplemente el primer paso. Cuando la cámara deja de echar humo y puedo descargar las fotos, comienza un ejercicio mental que tiene sus pequeñas complicaciones y que siempre me gusta compartir con las familias a las que hago una sesión de fotos. ¿Cómo realizo ese proceso de selección y edición de fotos? En una siguiente entrada del blog os contaré cómo llevo a cabo ese proceso mental, y cómo recomiendo hacerlo a todos aquellos a los que entrego las hojas de contacto de la sesión de fotos. Probablemente, para mí, saber seleccionar una foto entre muchas es de los consejos más útiles que te puedan dar en fotografía, así que, estad atentos, ¡porque lo que os diré en una de mis próxima entrada os resultará súper práctico! 


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